martes, 5 de marzo de 2024

Relatos distópicos de ficción en un mundo distópico real (algunas reflexiones)

Es innegable el aumento del consumo y la producción de relatos de ciencia ficción distópicos en las grandes cadenas de series y películas ondemand (Amazon Prime, Netflix, Disney Plux, HBO, etc.). Sin embargo, la ciencia ficción como género no tiene su origen en una visión distópica de la humanidad, por el contrario, el surgimiento de la ciencia ficción (CF) comienza con relatos más o menos esperanzadores, pero no necesariamente plantean una cruel destrucción de la humanidad.  

No hay ninguna exigencia, más que la del mercado, para que la CF quede atada a una mirada negativa del futuro. Pensemos que los relatos del porvenir pueden proyectarse desde un anclaje en el presente y en lo conocido, que sabemos desesperanzador, o puede proponerse desde una mirada utópica e idealista que plantee un futuro mejor para la humanidad ¿ Será que el idelismo y la utopía han muerto?

La producción y comercialización de relatos de CF están atados en la actualidad a una mirada profundamente negativa del mundo por venir. Desde la mirada comercial de las plataformas, y también desde las editoriales de libros, pareciera que la única oportunidad de la CF como género fuera la distopía, haciendo que la CF sea sinónimo de mundos inviables víctimas de pandemias, guerras atómicas, hambre y destrucción.

¿Por qué se da este fenómeno? Tal vez una de las respuestas posibles sea que en los relatos distópicos más vendedores extienden hacia un futuro más o menos mediato los males que en la actualidad que , hace varias décadas, golpean a grandes grupos sociales alrededor del globo: hambre, guerras, desnutrición, desigualdades aberrantes entre los que más tienen y los que no ven satisfechas sus necesidades básicas de supervivencia: alimento, techo, salud y educación. 

Como si fuera una proyección ansiógena hacia un porvenir cruel y deshumanizado, los relatos de CF, que se comercializan desde las editoriales (libros, comics) y desde las plataformas de películas y series ondemand, quedan atrapados en proyecciones de futuros distópicos y desesperanzadores. Es necesario que recuperemos la CF en su versión completa, con todo lo que un rico género como este puede brindar: miradas distópicas, claro, pero también propuestas utópicas y esperanzadoras de un mundo más igualitario, más justo, más cuidado y con más salud, educación y, sobre todo, más humanidad para todos/as. 

Para seguir pensando:

https://www.pagina12.com.ar/717318-menos-distopias-y-mas-imaginacion?ampOptimize=1

viernes, 23 de febrero de 2024

Poetas y poetisas argentinos/as: Héctor Viel Temperley

Héctor Viel Temperley ( Buenos Aires, 1933-1987) es considerado un poeta con una obra mística. 
Comparto algunos de sus poemas más conocidos que se encuentran dentro del libro Hospital Británico (1986), su último poemario donde registró su estadía bajo tratamiento por cáncer en el nosocomio que da título a la colección de poemas. 


LARGA ESQUINA DE VERANO

Alguien me odió ante el sol al que mi madre me arrojó. Necesito estar a
oscuras, necesito regresar al hombre. No quiero que me toque la
muchacha, ni el rufián, ni el ojo del poder, ni la ciencia del mundo. No
quiero ser tocado por los sueños.

El enano que es mi ángel de la guarda sube bamboleándose los pocos
peldaños de madera ametrallados por los soles; y sobre el pasamano de
coronas de espinas, la piedra de su anillo es un cruzado que trepa
somnoliento una colina: burdeles vacíos y pequeños, panaderías abiertas
pero muy pequeñas, teatros pequeños pero cerrados—y más arriba ojos
de catacumbas, lejanas miradas de catacumbas tras oscuras pestañas
a flor de tierra.

Un tiburón se pudre a veinte metros. Un tiburón pequeño —una bala con
tajos, un acordeón abierto— se pudre y me acompaña. Un tiburón —un
criquet en silencio en el suelo de tierra, junto a un tambor de agua, en una
gomería a muchos metros de la ruta— se pudre a veinte metros del sol en
mi cabeza: El sol como las puertas, con dos hombres blanquísimos, de
un colegio militar en un desierto; un colegio militar que no es más que un
desierto en un lugar adentro de esta playa de la que huye el futuro. (1984)

LARGA ESQUINA DE VERANO

¿Nunca morirá la sensación de que el demonio puede servirse de los cielos,
y de las nubes y las aves, para observarme las entrañas?

Amigos muertos que caminan en las tardes grises hacia frontones de pelota
solitarios: El rufián que me mira se sonríe como si yo pudiera desearla
todavía.

Se nubla y se desnubla. Me hundo en mi carne; me hundo en la iglesia de
desagüe a cielo abierto en la que creo. Espero la resurrección espero su
estallido contra mis enemigos— en este cuerpo, en este día, en esta
playa. Nada puede impedir que en su Pierna me azoten como cota de
malla -y sin ninguna Historia ardan en mí- las cabezas de fósforos de todo
el Tiempo.

Tengo las toses de los viejos fusiles de un Tiro Federal en los ojos. Mi vida
es un desierto entre dos guerras. Necesito estar a oscuras. Necesito
dormir, pero el sol me despierta. E1 sol, a través de mis párpados, como
alas de gaviotas que echan cal sobre toda mi vida; el sol como una zona
que me había olvidado; el sol como un golpe de espuma en mis confines;
el sol como dos jóvenes vigías en una tempestad de luz que se ha
tragado al mar, a las velas y al cielo. (1984)

LARGA ESQUINA DE VERANO

La boca abierta al viento que se lleva a las moscas, el tiburón se pudre a
veinte metros. El tiburón se desvanece, flota sobre el último asiento de la
playa —del ómnibus que asciende con las ratas mareadas y con frío y
comienza a partirse por la mitad y a desprenderse del limpiaparabrisas,
que en los ojos del mar era su lluvia.

Me acostumbré a verlas llegar con las nubes para cambiar mi vida. Me
acostumbré a extrañarlas bajo el cielo: calladas, sin equipaje, con un
cepillo de dientes entre sus manos. Me acostumbré a sus vientres sin
esposo, embarazadas jóvenes que odian la arena que me cubre. (1984)

LARGA ESQUINA DE VERANO

¿Toda la arena de esta playa quiere llenar mi boca? ¿Ya todo hambre de
Rostro ensangrentado quiere comer arena y olvidarse?

Aves marinas que regresan de la velocidad de Dios en mi cabeza: No me
separo de las claras paralelas de madera que tatuaban la piel de mis
brazos junto a las axilas; no me separo de la única morada —sin paredes
ni techo— que he tenido en el ígneo brillante de extranjero del centro de
los patios vacíos del verano, y soy hambre de arenas —y hambre de
Rostro ensangrentado.

Pero como sitiado por una eternidad, ¿yo puedo hacer violencia para que
aparezca Tu Cuerpo, que es mi arrepentimiento? ¿Puedo hacer violencia
con el pugilista africano de hierro y vientre almohadillado que es mi pieza
sin luz a la una de la tarde mientras el mar -afuera- parece una armería?
Dos mil años de esperanza, de arena y de muchacha muerta, ¿pueden
hacer violencia? Con humedad de tienda que vendía cigarrillos negros,
revólveres baratos y cintas de colores para disfraces de Carnaval, ¿se
puede todavía hacer violencia?

Sin Tu Cuerpo en la tierra muere sin sangre el que no muere mártir; sin Tu
Cuerpo en la tierra soy la trastienda de un negocio donde se deshacen
cadenas, brújulas, timones —lentamente como hostias— bajo un
ventilador de techo gris sin Tu Cuerpo en la tierra no sé cómo pedir
perdón a una muchacha en la punta de guadaña con rocío del ala
izquierda del cementerio alemán (y la orilla del mar espuma y agua
helada en las mejillas —es a veces un hombre que se afeita sin ganas
día tras día).( 1985)

LARGA ESQUINA DE VERANO

¿Soy ese tripulante con corona de espinas que no ve a sus alas afuera del
buque, que no ve a Tu Rostro en el afiche pegado al casco y desgarrado
por el viento y que no sabe todavía que Tu Rostro es más que todo el mar
cuando lanza sus dados contra un negro espigón de cocinas de hierro
que espera a algunos hombres en un sol donde nieva ? ( 1985 )

Tu Rostro

Tu Rostro como sangre muy oscura en un plato de tropa, entre cocinas frías y
bajo un sol de nieve; Tu Rostro como una conversación entre colmenas
con vértigo en la llanura del verano; Tu Rostro como sombra verde y negra
con balidos muy cerca de mi aliento y mi revólver; Tu Rostro como sombra
verde y negra que desciende al galope, cada tarde, desde una pampa a
dos mil metros sobre el nivel del mar; Tu Rostro como arroyos de violetas
cayendo lentamente desde gallos de riña; Tu Rostro como arroyos de
violetas que empapan de vitrales a un hospital sobre un barranco. (1985)

El poemario completo lo pueden leer en el blog de laboratorio poético, a quienes agradezco por la difusión que realizan de literatura  https://laboratoriopoetico.blogspot.com/2011/01/hospital-britanico-hector-viel.html?m=1

lunes, 6 de noviembre de 2023

Eric Sadin " Las plataformas apuntan a intensificar la lógica del odio", entrevista de Julián Varsavsky

Se vuelve urgente que reflexionemos brevemente ante la reciente entrevista de Julián Varsavky (publicada en Página 12) al filósofo Eric Sadin, quien  porque pone de cabeza muchas ideas que pasan por certeras acerca de las redes sociales y su implicancia en la sociedad, la política y la educación. 

Es habitual pensar que las redes sociales son formadoras de opinión, a la vez que conforman (dan forma) a una parte de la sociedad inculcando ideas, creencias y sentimientos acerca de temas específicos que ellas mismas imponen o toman de medios de comunicación masivos como la TV y diarios hegemónicos. 

Eric Sadin, por su parte, piensa en las redes sociales como "plataformas de expresividad" que, por su lógica de negocios, replican y magnifican enojos y rencores que ellas no originan, pero sí buscan intensificar. Entonces, si no son las redes sociales las productoras de esos rencores y odios, ¿De dónde proviene el odio que innunda con inédita violencia verborrágica las plataformas? Para Sadin, el odio y el rencor que habitan las redes son producto de las continuas desilusiones con las que vive en la actualidad la mayoría de la población mundial.  

En efecto, el enojo y el escepticismo hacia la política y los políticos provienen del fracaso de un sistema político y económico que genera para gran parte de la ciudadanía global una forma de vida miserable, estresante e infeliz. A su vez, ese rencor se ve  potenciado por la falta de respuestas y las promesas incumplidas de los políticos ante las necesidades tanto inmediatas como mediatas de la población.

Las redes sociales son negocios

En la misma entrevista, el filósofo francés nos advierte que "No hay que olvidar que las plataformas de expresividad son business, negocios. Son gigantescas plataformas que en lo único que piensan es en generar lucro y solo apuntan a intensificar la lógica del odio y de la opinión, a través de una serie de algoritmos de recomendación." Por ese motivo y pese a la ilusión de participación política que brindan las plataformas, tenemos que despabilarnos y construir diálogo real, cercano y organizado entre personas en pos de la construcción de acuerdos que ponga en funcionamiento la maquinaria de  acciones políticas conjuntas.

El "diluvio verbal" que Sadin ve desarrollarse en las redes es vano porque no se encuentra un otro/a presente. No hay diálogo, sino la ilusión de una participación política que no es tal. Por el contrario, la escritura en las plataformas representa el fracaso de lo político puesto que "intensifica la crispación entre los seres humanos y la sordera creciente", a la vez que alimenta la lógica del lucro de las redes gracias a la publicidad.

Las ultraderechas supieron utilizar las plataformas de las redes para analizar el comportamiento de usuarias/os y ofrecerles productos a medida de sus emociones. Desilusionadas/os de la política, con una sensación de inutilidad y la certeza de vivir en una precariedad y una desigualdad cada vez más pronunciadas, los partidos de ultraderecha intensifican y canalizan hacia su molino el rencor de las mayorías vilipendiadas por el mismo sistema económico neoliberal que esos mismos partidos defienden y plasman como política económica una vez en el gobierno. 

Se advierte de esta manera que la circularidad del sistema de rencores mediatizados por las redes sociales nos lleva una y otra vez a la explotación de las masas trabajadoras por los más ricos y poderosos/as y a la falsa sensación de participación política volcada en forma de un vómito de palabras e imágenes en las plataformas. 

Al respecto de esto último, el tecnocrítico francés nos advierte que "no es a través de las pantallas que vamos a fabricar la democracia, sino con presencia, con una articulación de la palabra propia que toma en cuenta la escucha del otro, la pluralidad. "

Las/os invito a seguir pensando...


domingo, 12 de abril de 2020

Amanece y sin Cuerda (Cine).


La muerte del director, productor, guionista y escritor José Luis Cuerda (72 años) es una dolorosa pérdida para la fantasía y el pensamiento crítico.
El albacetense hizo soñar a miles de espectadores con sus historias pueblerinas, bosques encantados y maestros que se animaron a desafiar la educación tradicional, al mismo que denunciaba la abominación del franquismo. 
Encender la llama de la comprensión desde un cine surrealista no es fácil. Y menos aún si ese cine es además "surrurealista", como gustaba llamarlo su creador. Puesto que el cine de Cuerda refleja las costumbres e hinca los dientes en la vida rural, con sus frailes aventajados, sus ladrones de mediopelo, sus alcaldes corruptos, su policía inepta,  sus borrachines y, por qué no, sus prostitutas enamoradas.
Es pertinente destacar que éste  "surruralismo" del que hablamos trasciende el cuadro de costumbres propiamente dicho, puesto que entre risas, llantos y "risasllantos' (si se me permite el neologismo) el poeta nos invita a explorar en los pliegues de la cotidianeidad  nuestras propias estupideces, miedos, sueños y contradicciones.
Quedan testigos de su arte  grandilocuente películas de culto como Amanece, que no es poco, El bosque animado y La lengua de las mariposas. Además de tantos otros filmes en el que José Luis Cuerda ha sido director y guionista.
A estas alturas no hay dudas: su cine, sus guiones y libros  quedarán como grandes hitos del cine español e iberoamericano.
Debajo podrás los avances de sus películas más conocidas.

El bosque animado (1987/trailer)

Enlace: https://youtu.be/Piu3tDDVH9o

Amanece, que no es poco (1989/trailer)

La lengua de las mariposas (1999/trailer)


"Las travesuras de Crapul" (Trabajo Práctico)

Lengua y Literatura
Trabajo práctico
Tema: secuencia narrativa

Las travesuras de Crapul

El señor Mustaqui tiene de visita en su casa a un extraterrestre que no sabe lo que es bañarse y está muy interesado en aprender. Se dispone a intentarlo en este momento. Para orientarlo, el señor Mustaqui le dio una hoja con las instrucciones, pero el travieso Crapul, su hijo menor, cambió esa hoja por otra en la que las instrucciones están desordenadas.

¿Qué te parece si ayudamos al extraterrestre y numeramos las instrucciones para bañarse en el orden correcto? (El orden de los pasos es fundamental en las instrucciones, ya que si se altera o se omite alguno, es probable que las cosas no salgan bien.)

• Abrir la llave.
• Enjabonarse por partes.
• Tomar una toalla.
• Meter la otra pierna.
• Desvestirse.
• Sacar una pierna de la bañadera.
• Enjuagarse por partes.
• Poner el tapón a la bañadera.
• Frotarse con la toalla hasta quedarse seco.
• Esperar a que se llene.
• Sacar la otra.
• Sentarse en el agua.
• Retirar el tapón de la bañadera.
• Envolverse en la toalla.
• Probar la temperatura del agua con el dedo gordo del pie.
• Pararse.
• Meter una pierna.
• Mientras se va el agua, abrir la llave para terminar de enjuagarse.

Bibliografía utilizada
Alvarado, Maite (1994). El nuevo escriturón: curiosas y extravagantes actividades para escribir. Editorial Quipu, Buenos Aires.